LA MEJOR PARTE DE ENSEñANZAS DE JESúS PARA EL SUFRIMIENTO

La mejor parte de Enseñanzas de Jesús para el sufrimiento

La mejor parte de Enseñanzas de Jesús para el sufrimiento

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1. Apreciar el aprecio de Dios: El sacrificio de Jesús es una muestra extraordinaria del apego de Dios hacia nosotros. Nos amó tanto que estuvo dispuesto a sufrir y caducar por nuestros pecados.

Su sufrimiento nos muestra que el inclinación efectivo no se basa en las circunstancias externas, sino en la opción consciente de galantear a pesar del sufrimiento.

Ese es el fin del sufrimiento. Y es el fin del pecado, porque en el paraíso nuevo y en la tierra nueva «no entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el obra de la vida del Cordero» (Ap. 21:27). Como lo expresa Don Carson:

La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de esta escuela de sufrimiento. Y abre un camino que nos permite releer aquellos tiempos de dolor que estamos llamados a atravesar de momento en cuando.

Es importante recordar que la obediencia y la franqueza a Dios no solo se manifiesta en momentos de paz y tranquilidad, sino aún en momentos de sufrimiento y persecución. Jesús nos da un ejemplo perfecto de esto al sucumbir en la cruz por nuestros pecados.

Estamos tan comprometidos con la teología de la bondad de Dios que para todos los propósitos prácticos el problema del sufrimiento no parece importarnos. Pero si no es un problema, no requiere Certeza. Y sin Certeza es inalcanzable gustar a Dios. Razón por la cual la experiencia de Job es tan importante. El sufrimiento es Efectivo. Y es un problema.

La mutilación de alguno de Consejos bíblicos para la resiliencia nuestros miembros es un mal, pues correspondería a la naturaleza humana el tener la plenitud de sus miembros.

La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de la gran escuela de sufrimiento y abre un camino que nos permite releer nuestro sufrimiento. Una bella reflexión de Luisa Restrepo

Por cuanto permanecen fundados y firmes en la fe, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han oído, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del gloria (Col 1:23).

En persona, no podemos evitar participar del dolor casi sofocante a pesar de la condición deteriorada de la obra.

Yo considero que los sufrimientos del tiempo presente no pueden compararse con la cielo futura que se revelará en nosotros.

Asimismo es una forma en que los testigos, como los amigos de Job o los fariseos, preservan su Certidumbre en Dios al quitarle la culpa por el supuesto castigo y colocarla en la persona que sufre. Es una modo de intentar preservar la reputación de Dios.

El sufrimiento es todavía un momento de verdad. Todos hemos aprendido que cuando estamos en el dolor las relaciones emergen como son.

Luego llamó a la gente y a sus discípulos y les dijo: El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Miren, quien quiera exceptuar su vida la perderá; pero el que pierda pierda su vida por mí y por el Evangelio se exceptuará”

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